Último partido de la temporada frente al rival más duro de nuestro grupo y disputado en Juventud ante unas 50 personas entre padres, familiares y amigos hasta de otros equipos del club. Muchas gracias por vuestro apoyo, porque vosotros nos hacéis más grandes y porque sólo hay una palabra que describa la sensación de sentirse arropado por tanta gente, ORGULLO.
Muchos nervios previos al partido, pues sabíamos que la batalla sería más que complicada, pero como siempre, dejarse la piel en el encuentro es poco para estas chicas que no se cansaron de pelear hasta el final.
Obviamente, hay muchas cosas que analizar, mejorar y trabajar, pero quiero que esta última crónica sea un empujoncito para todas las chicas y animarlas a seguir este mes que nos queda y el siguiente año a seguir aprendiendo y disfrutando del baloncesto.
Gracias a Anita, que con su garra y su técnica individual nos deleita en cada partido. Las grandes esencias vienen en frascos pequeños y tú eres muy grande.
Gracias a Paula Cruz, que con su carácter y su entrega no da nunca un balón por perdido. Luchadora como la que más y que entra mejor por la izquierda que su hermana María.
Gracias a Luna, que en más de un partido ha dado un paso al frente y ha tirado del equipo con sus puntos y entrando a canasta con toda la fuerza que tiene.
Gracias a Irene, que sigue dando pasitos y mejorando y atreviéndose a participar más, a tirar, a entrar a canasta. Muestra de ello es que sus dos mejores anotaciones de la temporada fueron frente a Villafranca. Por no hablar de la intensidad que aporta en defensa.
Gracias a Paula Díez, que ha comenzado este año a jugar con nosotras. De verdad es un gustazo ver a esta chica entrenar y jugar. Las ganas y la atención que pone a cada detalle. Muy orgulloso de ella.
Gracias a Laura, otra de nuestras gladiadoras en defensa. No ha tenido el acierto tirando que se merece, pero siempre sabe cumplir y darlo todo en cada partido.
Gracias a Paloma, que pese a las lesiones ha trabajado muy duro en este primer año jugando al baloncesto. Espero que el año que viene pueda seguir con la evolución que llevaba hasta ahora.
Gracias a María Dominguez, que pese a llevar casi dos meses sin jugar con nosotras, es la viva imagen de la felicidad cuando tiene un balón en las manos. Más de uno se sorprendería del manejo de balón que tiene en tan poco tiempo jugando.
Gracias a Lucía, que siempre aporta algo diferente en cada partido, ya sea tiro, entradas, defensa o subida de balón. El año que viene como infantil de segundo año tendrá que dar un paso al frente y sé que lo hará puesto que le encanta este deporte.
Gracias a Alma, que es todo entrega, fuerza y potencia cada vez que entrena. Una más con lesiones pero que con su esfuerzo ha terminado la competición sobrada físicamente. El año que viene sorprenderá a más de uno.
Gracias a María Cerrato, que aunque apareció en nuestro equipo un poco tarde, no se dedica a perder el tiempo y tiene muchísimas ganas de aprender. Total atención y velocidad en cada momento.
Gracias a Inés, que comenzó también una vez empezada la temporada y que venció a la timidez del que empieza en un deporte y con compañeras nuevas. Poco a poco ha ido mejorando y lo seguirá haciendo mientras haga caso a su entrenador y entre por la izquierda con la mano izquierda.
Tener la suerte de entrenar a estas chicas, con este buen ambiente y con la ayuda de Miguel, que también es nuevo en esto como muchas de ellas, ha sido una experiencia inmejorable.
Muchas gracias a todas y a seguir disfrutando del BA-LON-CES-TO